jueves, 1 de septiembre de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #233)


¡Estoy llegando!, vociferaba yo, sorteando obstáculos. El espíritu me rozaba los brazos. Tenía que subir al lomo del caballo. A la distancia vislumbraba los ojos brillosos de Astor. Me sentía un galgo. El trecho no era muy largo. El mono se había aislado, o algo lo había apartado. Sofía estaba en lo cierto, lucía muy extraño, completamente ajeno a lo que nos estaba pasando. De hecho no movía un pelo. Parecía un soldado negro. Soberbiamente el espíritu superaba mis pasos. Lo perdía de vista, pero en un parpadeo de ojos inquietos el mono caía desvanecido al pasto, como si un rayo lo hubiese alcanzado.