miércoles, 14 de septiembre de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #250)


¡Cuántos desvaríos! El mono se iba alejando con la botella y el espíritu, saltando hormigueros. Estaba incrédulo. No obstante estábamos en un campo extenso. No podía trepar un árbol, no podía esconderse en recovecos, pero el mono era raudo, muy rápido, y yo estaba escuálido, además de exhausto. Bajaba mi brazo. Me había quedado tieso. Sofía me miraba con cara de ¿y ahora qué hacemos? No veía a mi gato. El indio seguía echado en el pasto. «Si esa cosa se mete en mi cuerpo quiero que sepas que te quiero», declaraba yo soltando un beso y salía corriendo como niño al dejar el colegio.