domingo, 4 de septiembre de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #239)


Las manos del mono apretaban mi cuello con una intensidad que me impedía respirar. Como si no me bastara tanta maldad, su cola prensil se enroscaba alrededor de mis rodillas, forzándome a una inmovilidad total. Exhibía sus colmillos, riéndose con una frialdad que me costaba asimilar. Su rostro expresaba una mueca de Satán. No podía mover el esqueleto. Aquel primate me resultaba ajeno. Algo misterioso había sucedido con su espíritu. Lastimosamente me había convertido en su enemigo. Ni siquiera era su adversario. ¡Cuánta impotencia! Me estaba ahogando. Desesperanzado, intentaba librarme del fatal estrangulamiento. No podía hacerlo, oprimía sin piedad. Me estaba desvaneciendo. Su desmesurado odio me hacía delirar.