jueves, 20 de octubre de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #289)


El gran cabrón nos arrastraba por el campo desierto, como si sus cuernos curvados hacia los vientos sureños pudiesen vernos. Enmudecidos pero enlazados por un mismo sentimiento, corríamos percibiendo la energía que irradiaban nuestros dedos. Verla a mi lado con sus cabellos sueltos me conmovía hasta los huesos. La amaba más que a mis sueños bellos. Los balidos lastimeros nos incitaban a seguir sus torpes movimientos. Sin saber nos alejábamos demasiado de nuestros compañeros. Valía la pena correr el riesgo.