lunes, 10 de octubre de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #276)


Llegábamos, exhaustos, pero nuestros cuerpos seguían intactos. Que te arrebaten el espíritu debe de ser nefasto. Nuestro amigo, el niño, había desmontado del caballo. No lo hallábamos. Agudizando los sentidos, comenzaba a rastrearlo. Una gota de sudor se metía en mis labios. No podía encontrarlo. Me estaba desesperando. De pronto Sofía adelantaba unos pasos, señalando algo con la mano. Las cabras trepadoras se habían apiñado en la parte más alta del árbol, porque en una rama inferior estaba el mono, colgado, y a su lado derecho, el niño tan buscado. Suspiraba, lo habíamos hallado. Pero también estaba el gato y extrañamente el zángano volaba bien alto. ¿Dónde estaba el águila que había salvado? El desconcierto me había dejado estupefacto, pero teníamos que bajarlos.