sábado, 26 de agosto de 2017

UNA BÚSQUEDA DESESPERADA (EPISODIO #400)


Finalmente el barro viscoso llegaba a mis labios, pero yo seguía surcándolo, como un avezado rompehielos en el polo ártico, con Astor echado sobre mi cráneo, con sosegados gestos de gato calmo, o no tanto, porque con sus afiladas garras me estaba lastimando. Cerraba la boca para no tragarme todo ese barro, que desgraciadamente era un verdadero asco. Lo estaba aspirando. No obstante no pensaba retroceder ni un solo paso, a no ser que mis pies ya no pudieran sondar el fondo de aquel lodo repulsivo y tan contrario.