domingo, 6 de agosto de 2017

UNA BÚSQUEDA DESESPERADA (EPISODIO #380)


El gato me arañaba los brazos. Me estaba lastimando. Lo liberaba para evitar un sangrado. Con mi mano derecha buscaba la piedra que había soltado. El extraño ser era delgado, y tenías dos brazos, muy largos, completamente descarnados. Me seguía examinando. Mi corazón ya se había paralizado. Temía morir de un infarto, o en el mejor de los casos, sufrir un desmayo.