jueves, 27 de julio de 2017

UNA BÚSQUEDA DESESPERADA (EPISODIO #373)


Pese a que lo deseaba con suma vehemencia y ansiedad, no me podía esfumar. Tal era mi perplejidad que apenas podía pestañear. De hecho el gato me arañaba las piernas, vigorosamente, como buscando hacerme reaccionar. Repentinamente, el haz de luz se cortaba y, acto seguido, el búho comenzaba a graznar. Sus graznidos me hacían temblequear. Eran tan intensos, tan intimidantes. Algo le disgustaba más de lo normal. Y las extrañas voces tampoco paraban de sonar, en la desgraciada e inhóspita oscuridad que, para mi desgracia, había decidido penetrar. Me tenía que calmar, y levantar. Mis nalgas, en el suelo polvoriento, no me iban a ayudar.