domingo, 26 de febrero de 2017

EL IMPERIO DEL SOL (EPISODIO #346)


El gran cabrón se movía como un toro embravecido, con destino directo a mi sitio. Tal vez nos distanciaban lo que miden de longitud cinco colectivos, que en contados segundos se reducían a un suplicio. El gato Astor había desaparecido. Su instinto animal le había alertado de un peligro. Yo retrocedía, casi vencido. Por vez segunda el macho cabrío ponía a prueba mis testículos, y mi corazón sufrido.