lunes, 5 de marzo de 2018

VIETNAM, DOS AMERICANOS Y LA LUZ DEL DEMONIO (21ma. parte)



Inexplicablemente, Dios atendía en todos lados: el enemigo más cercano corría desaforado, en dirección al misterioso túnel que instantes previos había desalojado. Y los otros cuatro guerreros seguían sus pasos, exasperados, irritados, casi voceando, ¿de espanto? Indudablemente se estaban resguardando, como si un informante les hubiera alertado que urgía buscar refugio donde la luz del sol es algo extraordinario. John y Jane, en cambio, permanecían estáticos.
— Dime, bella, ¿aún sigues rezando?
Milagrosamente continuaban respirando. Ellos no lo sabían pero cinco temibles bombarderos surcaban el espacio, con suficientes proyectiles incendiarios como para matarlos de un infarto.