domingo, 25 de marzo de 2018

VIETNAM, DOS AMERICANOS Y LA LUZ DEL DEMONIO (27ma. parte)




«¿A dónde me llevas?», preguntaba John a sus espaldas, pero sus intentos de ser escuchado, además de resultar vanos, se perdían entre las muchas ramas quemadas: los ensordecedores estrépitos de las bombas americanas no cesaban, al contrario, se sucedían con más saña. Sólo él sabía que quería besarla. Los guerreros solían cubrirse con corazas, pero John deseaba entregarle su alma. El amor es un milagro, aún en tiempos de aborrecibles batallas, donde la vida humana es despreciada y vale menos que un cuchillo, una bala o una bomba incendiaria.