lunes, 27 de junio de 2011

9 de julio de 1816: Declaración de la Independencia Argentina (5)

En la entrega anterior, habíamos comentado que las invasiones inglesas fueron varias, bien, ahora procederemos a describirlas.

5) LA SEGUNDA INVASIÓN INGLESA

Luego de la primera invasión, se hizo evidente que era necesario contar con mayores fuerzas militares en el Virreinato del Río de la Plata. España, en ese momento, se hallaba aislada con respecto a sus colonias, ya que su flota había sido derrotada en Trafalgar y los ingleses habían ganado el control marítimo, por lo tanto recibir refuerzos de la metrópoli era bastante improbable. Entonces se organizaron fuerzas militares en el virreinato mismo, la mayor parte de ellas integradas por criollos.


El 22 de septiembre de 1806, los ingleses deciden invadir nuevamente Buenos Aires y Montevideo, con una fuerza combativa mucho mayor a la enviada con anterioridad. Tomaron la población de Maldonado, el 29 de octubre de 1806, comenzando la ofensiva hasta tres días después con la derrota española. El 03 de febrero de 1807, tomaron la ciudad de Montevideo en una operación terrestre y naval que contaba con unos 8.000 soldados. El virrey español en Buenos Aires había acudido con refuerzos desde Córdoba, pero fue repudiado por el Cabildo, que nombró a otro funcionario al mando de la fallida defensa de la ciudad. El 05 de febrero llegó a Buenos Aires la noticia de la caída en Montevideo, reuniéndose el Cabildo el día 10 para analizar la situación y se llegó a la conclusión de destituir al virrey, arrestarlo y reemplazarlo por otro, hecho que sentó un fuerte precedente de autodeterminación con vistas a la Revolución de Mayo de 1810. Para impedir que el pueblo de Colonia del Sacramento fuera utilizado como punto de desembarque de un ejército español, los ingleses también tomaron esa población que cayó fácilmente en marzo. El nuevo virrey de Buenos Aires envió una fuerza para recuperar Colonia. El 22 de abril se atacó sorpresivamente a los británicos pero, sin lograr el triunfo, debió retirarse. El comandante inglés a cargo de Colonia pidió refuerzos a Montevideo y atacó el campamento de los españoles, derrotándolo y dispersando su fuerza el 07 de junio de 1807. Los ingleses comenzaron a usar Montevideo como base para el contrabando de mercaderías. Además emprendieron una guerra propagandística mediante la distribución de un periódico pro-británico.
El 28 de junio desembarcaron los ingleses en Ensenada, enfrentando las resistencia de una fuerza local que fue prontamente desbaratada. Iniciaron la marcha hacia Buenos Aires. Entre tanto llegaba de España una resolución declarando a otro virrey pero, al hallarse éste prisionero de los ingleses, la Audiencia resolvió la continuidad del anterior en el cargo. El 04 de julio, el ejercito inglés se aproxima a la ciudad de Buenos Aires. El virrey salió a enfrentarlos en Plaza Miserere, siendo derrotado. Ante la complicada situación, el alcalde de Buenos Aires ordenó fortificar la ciudad: se cavaron trincheras, se hicieron barricadas, a la vez que la población se levantó en armas para enfrentar a los ingleses. El 05 de julio, los ingleses, partiendo de Miserere, se dividieron en 12 columnas para penetrar en la ciudad pero los sorprendió una encarnizada resistencia y una lucha cuerpo a cuerpo. La población utilizó todo medio para combatir a los ingleses, el más famoso fue el de arrojar aceite hirviendo desde las terrazas de las casas a las columnas británicas (aunque algunos historiadores afirman que era agua hirviendo ya que el aceite en esa época era un artículo muy caro). Los ingleses no pudieron tomar la ciudad y sufrieron una gran cantidad de bajas. En consecuencia, el virrey les ofreció una rendición, que el comandante británico tuvo que aceptar. Las tropas británicas debieron retirarse del Río de la Plata y devolver al Virreinato las ciudades tomadas.

La defensa en la ciudad


Consecuencias de las invasiones:

Las invasiones inglesas sentaron un precedente para la Revolución de Mayo de 1810, puesto que demostraron que las colonias podían defenderse por su propia cuenta sin ayuda de la metrópoli, a la vez que una serie de decisiones que se tomaron de manera local, sirvieron como precedente de la autodeterminación que podía ser ejercida.