domingo, 26 de junio de 2011

9 de julio de 1816: Declaración de la Independencia Argentina (4)

En la entrega anterior, habíamos finalizado diciendo que, con la Revolución Industrial y en respuesta al bloqueo napoleónico, Gran Bretaña buscó nuevos mercados e intentó conquistar el Plata; pues bien, entre los años 1806 y 1807, los ingleses nos invadieron. Repasemos el desencadenamiento de tales invasiones.

4) LA PRIMERA INVASIÓN INGLESA


El 25 de octubre de 1805, los ingleses derrotaron a la flota francesa frente al Cabo de Trafalgar, motivo por el cual, la flota inglesa se convirtió en la "dueña" del Atlántico, que hasta entonces era dominado por los navíos de guerra españoles. Con todos los vientos a favor, el gobierno inglés envió una expedición naval hacia el extremo sur del África, en el Cabo de Buena Esperanza, con el inmediato propósito de conquistar las colonias al mando de los holandeses. Resultado: conquistaron las colonias y aprovechando su proximidad y la falta de cobertura naval española en la zona del Río de la Plata, se lanzaron a conquistar las colonias de dichas latitudes. Tengamos en cuenta que (lo repasamos en la entrega anterior) Napoleón había invadido España, apresando luego a Carlos IV y Fernando VII. Todo parecía resuelto para los navíos ingleses: la flota contaba con una dotación de 1.600 soldados de desembarco. Primero, llegaron a la bahía de Montevideo, en junio de 1806, pero al apreciar las importantes fortificaciones que protegían a los habitantes de esas tierras, optaron por invadir Buenos Aires, ciudad que en aquellos tiempos contaba con alrededor de 50.000 habitantes. El 25 de junio del mismo año, los soldados ingleses desembarcaron en la costa argentina, en Quilmes, bien cerca de la Ciudad de Buenos Aires. En aquel entonces, el virrey español del Río de la Plata, que tenía su sede en la ciudad, tomó conocimiento de la invasión y prefirió huir hacia Córdoba, llevando consigo las reservas del Tesoro; es decir, optó por preservar las riquezas materiales en lugar de defender los intereses de sus conciudadanos orientales. De todos modos, un cuerpo compuesto por 1.000 hombres salió de Buenos Aires para enfrentar a los invasores ingleses, pero fueron derrotados casi sin combatir, por lo que la ciudad se rindió y fue rápidamente ocupada. El Cabildo de Buenos Aires de aquel entonces se vio obligado a prestar juramento de acatamiento a la autoridad del Rey de la Gran Bretaña, retornando el Tesoro para ser entregado a los Jefes invasores que, inmediatamente, lo remitieron a Inglaterra, solicitando refuerzos para expandir las conquistas. De esta manera, quedó conformada la primera invasión inglesa, con éxitos rotundos.

En la próxima entrega, repasaremos las invasiones que le siguieron.