sábado, 30 de julio de 2011

José de San Martín: la etapa chilena (6.4)

El Ejército de los Andes estaba desmoralizándose, muchos patriotas rogaban clemencia a Mariano Osorioel gobernador de la Corona Española en Chile, mientras otros huían despavoridos, pero San Martín estaba dispuesto a todo por su causa: pronto estaba listo para luchar por la independencia chilena.

Batalla de Maipú
El 5 de abril se vuelven a enfrentar en la batalla de Maipú. San Martín decide desplazar a las fuerzas patriotas de manera lineal para atacar a los realistas alineados en la parte alta de una lomada. Forman un triángulo para atacar con la caballería, la artillería, y la caballería chilena y patriota por el sur. Por su parte, Osorio impulsa sus fuerzas por la derecha, pero la izquierda cede. El ejército realista debió retroceder desordenadamente y los granaderos persiguieron al galope a las últimas fracciones que se retiraban. Resultado: los realistas dejaban en el campo de batalla 2.000 cadáveres, cerca de 2.500 prisioneros, todo su armamento y material de guerra. O’Higgins, herido en Cancha Rayada, no participó de la batalla pero se hizo presente una vez finalizada la lucha para abrazar a San Martín, montado en su caballo, y llamarlo "Salvador de Chile".

Abrazo entre OHiggins y San Martín 
En el parte de la victoria, San Martín escribiría: "Acabamos de ganar completamente la acción. Nuestra caballería los persigue hasta concluirlos. La patria es libre, abril de 1818". El gobierno de Chile lo premia con una vajilla de plata y 6.000 pesos, reconocimientos materiales que San Martín decide rechazar diciendo: "No estamos en tiempos para tanto lujo".

Con la batalla de Maipú se obtiene definitivamente la victoria sobre las tropas realistas y se asegura la independencia de Chile.

Tras la emancipación chilena, San Martín se traslada a Buenos Aires para obtener del gobierno un préstamo que le permitiera costear los gastos de la Expedición Libertadora del Perú. Se iniciaban, así, los preparativos para una nueva campaña.