viernes, 23 de febrero de 2018

VIETNAM, DOS AMERICANOS Y LA LUZ DEL DEMONIO (17ma. parte)



John y Jane huían desesperados, pero también incordiados, como dos perros hambreados en busca de huesos enterrados. ¡Maldición, la selva de Charlie no ofrecía sustento diario! Encima los alimentos estaban contaminados. Desgraciadamente envenenados. Por cierto la choza se hacía pedazos. Desde un árbol, bastante torcido y casi deshojado, presenciaban asombrados el brutal colapso, pero de la tierra salían soldados: no eran muertos resucitados. El enemigo construía túneles subterráneos para evitar ser devorado. Tal vez algo había fallado.