martes, 26 de septiembre de 2017

EL MISTERIOSO CASO DE BENITO (3ra. parte y final)



Una noche hibernal, en el momento preciso en que una ventisca comenzaba a soplar, y los temerosos pájaros se resguardaban del temporal, la abatida abuela abrió la puerta y se marchó para no regresar.
Nueve días después, el cuerpo de un niño fue hallado en su cama, entre sábanas ensangrentadas, con todas las uñas enroscadas en la espina dorsal. Uno de los policías tenía ganas de vomitar. Una niebla fantasmal invadía las veredas de la desolada ciudad. El columpio de Benito se movía en dolorosa soledad.


FIN