domingo, 31 de julio de 2016

EL RENACIMIENTO DE UN IMPERIO (EPISODIO #221)


Ringo no reaccionaba. Ni siquiera movía las orejas. El frío, obstaculizaba. En el bolsillo del pantalón llevaba una espina, la misma que había arrancado de la acacia al adentrarme en la pampa. La sacaba. Estaba afilada. De hecho casi me corta la palma. Me volteaba. El gato me arañaba. Nada me importaba. Tenía que alcanzar la nalga. El niño indio rezongaba. Con mi pecho lo aplastaba. No entendían nada. Finalmente clavaba la espina en la nalga. El caballo relinchaba. La espina seguía incrustada. No pensaba quitarla. Sorpresivamente el mono se aferraba a mi pierna. Tenías las manos congeladas. Ringo no trotaba, galopaba.