sábado, 7 de octubre de 2017

¡OYE CORTÁZAR, A MÍ TAMBIÉN ME GUSTA EL JAZZ! (III)


“Summertime”

¡En el verano! Eso mismo repetías cada mañana por el sofisticado teléfono que mi tío Louis me había enviado desde Nueva York: «nos vemos en el verano, baby». Yo era consciente de que éramos “just friends”. Recuerdo la tarde que colgué el tubo del teléfono para descolgar el almanaque, aquel colorido cartón con datos astronómicos que dos clavitos oxidados fijaban en la pared del comedor; corría el año 1969, 3 de octubre para ser preciso, detestaba el calendario pero me ayudaba a sobrevivir, así que lo fijé con unas cintas adhesivas en la pared de la habitación, bien cerquita del velador, quizá tachando los días venideros podía soportar mi angustiosa decepción. Lo cierto es que ese “summertime” nunca llegó, aunque sí llegaron las melodías del saxofón.

Observación: el autor recomienda escuchar “Summertime”, de Charlie Parker (el negro sin voz).