domingo, 3 de diciembre de 2017

VIETNAM, DOS AMERICANOS Y LA LUZ DEL DEMONIO (5ta. parte)



Aquella selva inhóspita era una verdadera pesadilla. Charlie no vendía chocolates, ni tenía una fábrica donde se elaboraban golosinas. El enemigo no sentía compasión si te hallaba sin salida. Encima había más trampas que niños con sonrisas. Un paso en falso podía dejarte cojo de por vida. John y Mel lo sabían, por eso no se movían. Cuando el pavor circula por tus venas, te quedas yerto como zorro atropellado en la vía, pero el sol finalmente se imponía, y con la luz del nuevo día, las esperanzas renacían. Así es la vida, sólo que en la guerra tienes menos esperanzas de reencontrarte con tu familia.